sábado, 27 de junio de 2009

Tú me das cremita, yo te doy cremita...


Llegan las vacaciones. Laaaaaaargas. Un curso más que acabó con suerte desigual para los alumnos. Algunos tendrán que volver en septiembre. Los más empiezan una etapa de la vida importante, pero no inolvidable. Eso de que aquellos años permanecen siempre en la memoria no es verdad. Yo tengo algunos recuerdos de la universidad. ¡Cómo olvidar las clases con Alarcos! Otros, desordenados: Félix cantando por los pasillos a Tomás Luis de Victoria; la melena ondulada y preciosa de Virginia Gil; la sorna de José Antonio Martínez (en un examen nos preguntaba usos de "cual" no relativos, je, je); Manolo el gitano irrumpiendo en el aula al grito de "serpientes venenosas" y acallado con un par de cigarrillos; el Cundo, su café y sus partidas; el terror que infundía Ana Cano y que no tuve el placer de probar (me bastó con catar el josefiniano); la figura de Jose Luis Moralejo, no sé si triste pero sí alargada (Norman, "Psicosis"); la envidia hacia los del curso superior, que disfrutaron de Ángel González; las clases en primero de Jose Antonio Doval Liz (lo que habría llorado Cunqueiro su muerte); las prisas por llegar al ensayo del coro Universitario...Y no mucho más. Han pasado más de veinte años desde que acabé y aquella época se difumina y he de esforzarme para traer al presente imágenes vívidas, momentos imborrables. ¡Qué va!. La fuerza arrolladora de la vida, de esa sucesión de horas imparable (inexorable, diría Celso Amieva, de quien poco sé pero cuya frase se grabó for ever en mi cabeza) no deja resquicios por los que se cuele el pasado. Ni quiero. Tengo vida por delante. Más o menos; no me importa. Vivir, vivir, vivir, ¡vivir! Aquí sí acepto propinas.

Y volviendo a mis alumnos...Los que no vuelven, que empiecen con ilusión esta etapa y que sigan echando leña a los sueños, que se acuerden del viaje a Ítaca y todas las pamplinas sobre se hace camino al andar. A los que veré en septiembre, ánimo. A todos, bon estiu!

lunes, 18 de mayo de 2009

Hasta mañana, Mario Benedetti



Nos has dejado con palabras, con tantas palabras para amar, para reír, para soñar, para doblar esquinas rotas, para mirar la luna, para llenar botellas, para salvarnos, para desnudar a una mujer, para mirar el techo, el cielo y la tierra, para no estar nunca más presos, para querer, para rezar tu padrenuestro, para vagar por los ojos del otro...Puedes contar conmigo.
Hasta mañana

Me siento menos torpe

martes, 21 de abril de 2009

Jesse Levine, in memoriam.

Hace pocos meses nos dejó este enorme maestro de la viola y de la vida. Nos queda, contra el desconsuelo, su música.

sábado, 11 de abril de 2009

Vamos a contar mentiras



Mi hija tiene 3 años y medio, la mitad de la quinta parte de los años que, mintiendo como una bellaca, juro tener cada comienzo de curso a los indiscretos alumnos de mi tutoría que osan preguntarme. Aunque lo que prefiero es que ellos, a su vez, mientan adjudicándome diez menos. ¿Cuántos años digo que tengo? Y, lo que es más importante, ¿cuántos debes decir que tengo para que tu nota del trimestre suba escandalosamente?. Una vez obtenidos ambos resultados, deja tu comentario con la solución y tu nombre (y si me ves más joven, también puedes intentar beneficiarte de un moderado ascenso en tu nota media).

viernes, 3 de abril de 2009

Diccionari audiovisual

Uno de los cursos que he seguido para familiarizarme con el hermético mundo de la informática ha sido el de la elaboración de diccionarios audiovisuales. Con mi diccionario pretendía dar pie a los alumnos a seleccionar dos o tres imágenes (muy caseras, como veis) que, a partir de las frases correspondientes a cada una de ellas (ha colaborado toda la familia), les ayudasen a comenzar una historia. Es un poco rudimentario, sobre todo mis primeros pasos con el sonido, pero ya veremos los próximos.

martes, 31 de marzo de 2009

El blog: la ventana.


No es tan sencillo como en un principio parecía inaugurar un blog. Sí, sí...Es posible que la mecánica no sea complicada, pero ¿y la responsabilidad? ¿Y el objetivo? Produce vértigo disponer de una ventana al mundo, no para contemplarlo, para dejarse ver. Para mostrar-ofrecer-aportar-compartir...¿el qué? Además, hay que ser constantes, organizados, originales...Vértigo. Vértigo. Qué miedo de la propia mediocridad. Aún así, asumamos el riesgo. Venga. A por ellos.